1/12/2009

YAGE Y ETNOBOTANICA

INTRODUCCION
Durante las últimas tres décadas, nuestro conocimiento científico de la botánica y la química de os alucinógenos en las plantas se ha expandido enormemente. Esto se ha logrado a través de los esfuerzos conjuntos de etnobotánicos, quienes trabajan en la recolección e identificación de especímenes botánicos utilizados por los aborígenes, y fitoquímicos, quienes han aislado y caracterizado los ingredientes biodinámicos responsables de estas propiedades (Scultes, 1.970); Schultes y Hoffmann, 1.980). El número de especies de plantas superiores se estima entre 400.000 y 800.000; entre éstas, sólo de un número insignificante - algo menos de 100 - se sabe que son explotadas como alucinógenos, y menos de 20 de estas especies pueden describirse como principales (Schultes y Hoffman, 1.980). En ninguna otra parte del mundo se ha desarrollado de manera tan extensa el conocimiento y uso de plantas endémicas alucinógenas como en la cuenca superior amazónica de Sudamérica.
De los varios alucinógenos utilizados por poblaciones indígenas en el Alto Amazonas, ninguno es tan complejo, botánica, química y etnográficamente, como la bebida alucinógena conocida como ayahuasca, caapi o yagé. Lejos de construir simplemente una preparación o planta alucinógena, hoy en día el ayahuasca ocupa una posición integral en al medicina mestiza tradicional.
El uso contemporáneo de ayahuasca en las poblaciones mestizas del Amazonas parece ser producto de una amalgama de diversas tradiciones tribales. Los grandes asentamientos urbanos se han convertido en verdaderos crisoles, personas de ambientes culturales muy diversos han emigrado a estos centros en busca de empleo en las industrias madereras, petroleras y explotación de otros recursos naturales, y han traído con ellos sus tradiciones tribales y creencias (usualmente fundidas sincréticamente con el Cristianismo, debido al contacto con los misioneros). Los antecedentes culturales de estos trabajadores abarcan frecuentemente el conocimiento de plantas medicinales valoradas en su propia cultura; a través de los años estos conocimientos derivados de varias fuentes, se han difundido gradualmente por medio de la sociedad mestiza y han sido asimilados a su medicina tradicional. Esta tradición etnomédica es particular de la sociedad mestiza, aunque incorpora elementos de diversos orígenes tribales. El proceso de asimilación cultural ha ocurrido en el mismo periodo en que la mayoría de las sociedades tribales, donde residen los antecedentes de la medicina mestiza tradicional, se han desintegrado o desaparecido. Como resultado, la medicina mestiza tradicional, tal como se practica hoy día en los centros urbanos del Amazonas, es un sistema viviente de medicina tradicional que se basa en la sabiduría etnomédica de muchas culturas; a menudo, es el único lugar donde dicho conocimiento ha sido preservado. En consecuencia, es importante, hasta urgente, que las plantas que componen la medicina mestiza tradicional sean estudiadas por investigadores con conocimientos de medicina, farmacología, fitoquímica y botánica. Este trabajo presenta información fitoquímica y etnobotánica sobre cerca de 50 géneros de plantas medicinales que son utilizadas como aditivos del ayahuasca en la etnomedicina mestiza contemporánea.
II. Aspectos etnomédicos, botánicos y farmacológicos del ayahuasca
A. EL PAPEL DEL AYAHUASQUERO EN LA MEDICINA MESTIZA TRADICIONAL
En círculos contemporáneos contraculturales de la sociedad occidental, lo alucinógenos se emplean idiosincráticamente, es decir, por lo general se autoprescriben y el individuo que consume la droga lo hace fuera de todo contexto o sistema mágico, ritual o metafísico de creencias diseñado para adaptarse a la fenomenología de la experiencia de la droga. en cambio, el uso de ayahuasca en la medicina mestiza contemporánea siempre tiene lugar dentro de un contexto ritual y terapéutico. La administración de la droga y el proceso de intoxicación está bajo el control del ayahuasquero, quien utiliza varias técnicas (el canto, el silbido, el soplar humo de tabaco y el hacer pases sobre el cuerpo del paciente), para influir en el contenido y curso de la experiencia de su paciente con la droga. De esta manera, el escenario y el ambiente de la experiencia del ayahuasca son cuidadosamente controlados y manipulados por el ayahuasquero y, generalmente, hay una intención especifica al consumir la droga: por ejemplo, el adivinar, para descubrir la causa de una enfermedad o para comunicarse con el mundo de los espíritus. En las culturas tradicionales, las fronteras entre religión, magia y medicina no están claramente delineadas; la función de ayahuasquero o el curandero tradicional reúne aquéllas del sacerdote, el doctor y el psicoterapeuta occidentales; la enfermedad puede ser precipitada por causas físicas, psicológicas o sobrenaturales, o por una combinación de éstas, y todas sus factibles de tratamiento con los métodos de que dispone el ayahuasquero. En este sentido, la reciente tendencia en la medicina moderna hacia las terapias "holísticas" no es diferente de los métodos terapéuticos, practicados por el curandero tradicional. En ambos casos se parte del reconocimiento de que mente y cuerpo son una unidad integrada y que las terapias más efectivas son aquéllas que están dirigidas a mejorar tanto la salud física como la mental. Por lo tanto, no es de sorprender que el ayahuasca, que afecta profundamente tanto a lamente como al cuerpo y que permite el acceso a las dimensiones sobrenaturales (reales o imaginadas), ocupe tan prominente posición en la farmacopea de la medicina mestiza tradicional.
El ayahuasquero emplea el ayahuasca como herramienta terapéutica y de diagnóstico para descubrir las causas de la enfermedad, más que como un paliativo para padecimientos específicos.
A través de la interpretación de sus visiones y las de sus paciente, el ayahuasquero es capaz de adivinar el origen de la enfermedad o del infortunio que ha ocasionado la visita del paciente: entonces puede recomendar los remedios apropiados. En algunos casos esto puede requerir la neutralización de fuerzas sobrenaturales malévolas que han sido dirigidas hacia el paciente por un hechicero o brujo y, en otros, implica la intervención farmacológica con base en el uso de varias plantas medicinales. En la mayoría de los casos, se emplearán remedios tanto mágicos como medicinales. Este empleo del ayahuasca en la medicina mestiza tradicional contemporánea ha sido previamente descrito (de Ríos, 1.970, 1.971). Aparte de funcionar como una importante herramienta de diagnóstico en la práctica medicinal del ayahuasquero, el uso de la droga forma también parte intrínseca de su entrenamiento chamánico. En la mayoría de las tradiciones chamánicas, el aprendiz de ayahuasquero debe pasar por un periodo de entrenamiento iniciático. Durante este tiempo, que se extiende por un mínimo de seis meses y puede prolongarse a varios años (según el grado de poder que el ayahuasquero desee adquirir), consume ayahuasca frecuentemente mientras que, al mismo tiempo, se adhiere a un régimen dietético estricto, de acuerdo con el cual no podrá ingerir sal, azúcar, grasa, ni bebidas frías o alcohólicas; la abstinencia sexual es otro de los requerimientos. Durante el periodo iniciativo, el ayahuasquero adquiere las canciones mágicas, lo objetos y los espíritus protectores que habrá de emplear en sus ceremonias curativas; asimismo, aprende las propiedades y usos de numerosas plantas medicinales, las que a menudo consume en la forma de mezclas con ayahuasca. Entre los ayahuasqueros, es casi universal la aseveración de que el conocimiento chamánico se transmite directamente por el ayahuasca y otras plantas - maestros; no se obtiene a través de la instrucción de un ayahuasquero ni de otro maestro humano. Luna (1.984) ha provisto un informe detallado de las prácticas y el entrenamiento iniciático de los ayahuasqueros en Iquitos, Perú.
El sistema de etnomedicina practicado por el curandero mestizo puede en cierto sentido considerarse un sistema alternativo de salud pública. Como el mestizo urbano pobre está limitado, por factores económicos, del más elemental acceso al sistema de salud pública basado en la medicina occidental, tiende la mirada hacia el ayahuasquero y a sus remedios mágicos y botánicos como soporte médico, psiquiátrico y espiritual. Ahora bien, el sistema de asistencia de los ayahuasqueros, que incorpora elementos mágicos, religiosos y psicoterapéuticos, también se basa ampliamente en la farmacología, en virtud de su conocimiento y dominio de las diferentes plantas biodinámica. En este sentido, la semejanza es mayor con la medicina occidental que con otros sistemas chamánicos o cuasimédicos de medicina tradicional.
B. BOTANICA, QUIMICA Y FARMACOLOGIA DEL AYAHUASCA
I. Fuentes botánicas del ayahuasca
La liana Banisteriopsis caapi (Spruce ex Griseb) Morton (Malpighiaceae) constituye la base del ayahuasca (en quechua, liana de las almas). Aunque la B. caapi es comúnmente la especie usada, la B. inebriens Morton, la B. quitensis (Ndz.) Morton y la Tetrapterys methystica Schultes han sido señaladas como origen de la bebida (Schultes. 1.957). En raras ocasiones, se prepara el ayahuasca con el tallo o la corteza hervida de una de estas especies malpigiáceas sin la adición de otros ingredientes botánicos. A menudo, las hojas o la corteza de varias plantas de mezcla se agregan el brebaje con el objeto de fortificar o modificar el efecto (Pinkley, 1.969). Las especies usadas más frecuentemente son la Diplopterys cabrerana (Cuatrecasas) Gates (originalmente conocida como Banisteriopsis rusbyana) y las especies rubiáceas Psychotria viridis R. & Pl y Psychotria carthagenensis Jacq. Las mezclas solanáceas también son comunes, incluyendo el tabaco (Nicotiana spp.), la Brugmansia spp. Y la Brunfelsia spp.
2. Química y farmacología del ayahuasca
Hasta la fecha, el estudio químico más detallado sobre el ayahuasca y sus ingredientes botánicos es el de Rivier y Lindgren (1.972). Con la base en análisis GC/MS, estos investigadores encontraron que los principales constituyentes activos del ayahuasca son los alcaloides beta carbolinos harmina, harmalina, tetrahydorharmina y N, N-dimethyltryptamina (DMT). Los betacarbolinos son constituyentes de la B. caapi (Rivier y Lindgren, 1.972), mientras que el DMT ha sido aislado como constituyente de la D. Carbrerana (Agurell, et al., 1.968) y detectado (Rivier y Lindgren, 1.972) tanto en la Psychotria viridis como en la P. carthagenensis.
El compuesto N, N-dimethyltryptamina (DMT) es un potente alucinógeno y probablemente es responsable de la actividad alucinógena del ayahuasca. Una peculiaridad de la farmacología del DMT es la de que no es activo oralmente, debido quizá a la deaminización oxidativa en los tejidos periféricos causada por la enzima monoamina oxidasa (MAO). Los betacarbolinos, aunque producen una limitada actividad alucinógena por sí mismos (Naranjo, 1.967), son inhibidores reversibles, extremadamente activos de MAO y, por tanto, pueden proteger al DMT de la degradación y volverlo oralmente activo. Este mecanismo ha sido postulado (Pinkley, 1.969; Der Marderosian, et al., 1.968; Schultes, 1.972) para sustentar la actividad oral del ayahuasca, pero sólo recientemente ha sido investigado experimentalmente (McKenna, et al., 1.984).
3. Plantas que se mezclan con el ayahuasca
La utilización de aditivos del ayahuasca ha alcanzado un alto grado de sofisticación botánica y farmacológica. Además de los aditivos rubiáceos que casi siempre se incluyen en el ayahuasca, hay una farmacopea virtual de mezclas que se usan ocasionalmente, según los propósitos mágicos, rituales o médicos para los que la droga se elabore (Luna, 1.984; Schultes, 1.957; Pinkley, 1.969; Rivier y Lindgren, 1.972 Der Marderosian, et al., 1.968; Schultes, 1.972; McKenna, et Al, 1.984). Muchos de estos aditivos no han sido identificados botánicamente, mucho menos caracterizados químicamente; sin embargo, se ha establecido la identidad botánica de algunos y de muchos se sabe que contienen constituyentes biodinámicos.
4. Datos fitoquímicos de las plantas que se mezclan con el ayahuasca
La información química sobre aproximadamente 50 géneros utilizados como aditivos del ayahuasca ha sido compilada en el Apéndice 1 y sus referencias adjuntas. Esta información fue reunida a partir de una búsqueda computarizada de la base de datos Biological Abstracts y de la base de datos American Chemical Society, abarcando desde los años setentas hasta el presente. La referencias no pretenden ser exhaustivas sino, mas bien, servir como indicadores de la existencia o inexistencia de información respecto a constituyentes biodinámicos en los géneros citados. La química de ciertos género, por ejemplo, Tabernaemontana, Tabebuia, Mautenus, Alchornea, Ocimun, Eruthrina, Ficus y Uncaria, ha sido extensamente investigada y el número de referencias disponibles asciende a varios millares; en estos casos, sólo se cita un número limitado de referencias claves. Como en muchos casos, sólo se cita un número limitado de referencias claves. Como en muchos caso los datos fitoquímicos de la especie particular usada como mezcla del ayahuasca no están disponibles, las referencias incluidas aluden a especies estrechamente relacionadas del mismo género.
La contribución de la mayoría de estas mezclas a la actividad farmacológica del ayahuasca constituye, hasta el momento, un completo misterio y un área que merece mayor investigación por parte de los etnofarmacólogos. En la bibliografía sobre la materia puede encontrarse información sobre las propiedades químicas o biodinámicas de cerca de la mitad de los géneros mencionados en el Apéndice 1, el corolario a esto es que no se sabe virtualmente nada acerca de los constituyentes farmacológicos activos en los restantes géneros citados. Estos géneros no investigados forman parte de una farmacopea tradicional relegada que es potencialmente de gran interés para la ciencia occidental. En vista de que muchos de estos géneros han sido por mucho tiempo valorados como agentes medicinales por los curanderos mestizos tradicionales que los emplean, aunado al hecho de que una alta proporción de estas medicinas tradicionales han producido compuestos biodinámicos de valor medicinal, parece existir una gran posibilidad de que el incremento de investigaciones bioquímicas sobre estas mezclas pagará con creces el esfuerzo empleado.
II. Usos de las plantas de mezcla en la medicina mestiza tradicional
La idea de que ciertas plantas, animales y objetos inanimados, tales como las montañas, lagos y ríos, tienen un espíritu, está implícita en la cosmología de muchos pueblos amazónicos, incluyendo el de los practicantes mestizos del Amazonas peruano. Estos espíritus, algunas veces llamados las madres de las correspondientes plantas, animales u objetos (Deltgen, 1.978-79; Chevalier, 1.982; Chaumeil, 1.983), pueden ser contactados para adquirir de ellos conocimientos o ciertos poderes. La inteligencia se considera una prerrogativa de la especie humana. Estando en constante contacto con el mundo de la naturaleza, los lugareños han aprendido a respetar y temer a ciertas especies de plantas, animales y fenómenos naturales. La realidad tiene un carácter doble, uno secular y otro sagrado; pero, ambos aspectos no están divorciados entre sí. Alunas de estas cualidades atribuidas al "espíritu" de ciertas plantas o animales, se basan de hecho en observaciones y experimentaciones precisas. Se puede aprender mucho sobre el conocimiento d el agente del Amazonas acerca del mundo natural, estudiando sus ideas cosmológicas y religiosas.
No hay duda de que la gente iletrada posee un impresionante y extenso conocimiento científicamente preciso de su medio ambiente (Berlin y Berlin, 1.983). El reconocimiento taxonómico de las especies puede ser extremadamente sofisticado (cf. Hames y Vick 1.982). El conocimiento del efecto que ejercen en el organismo humano ciertas especies de plantas y animales parece ser por lo menos tan importante como el reconocimiento de diferenciaciones morfológicas. En el contexto de un visión animista del mundo, no es extraño que las plantas que contienen compuestos biodinámicos sean consideradas poseedoras de un espíritu madre particularmente fuerte, y que aquéllas con constituyentes psicotopmiméticos sean concebidas como poderosas plantas - maestro. Las prescripciones dietéticas, que también pueden tener connotaciones simbólicas (Chevalier, 1.982), reflejan probablemente observaciones precisas de la incompatibilidad de ingerir ciertas comidas junto con ciertas plantas. Es bien sabido, por ejemplo, que cuando se ingiere Chuchhuasi, bebida hecha de la corteza de la Mautenus ebenifolia y alcohol, se debe evitar comer huangana (Gunther Schaper, comunicación personal). Tal combinación produce alta fiebre intermitente, similar a la causada por la malaria. La compatibilidad e incompatibilidad de las plantas se explica frecuentemente en términos de amistad o enemistad entre los espíritus de las plantas.
El acceso a la dimensión sagrada de la realidad se da mediante el consumo de plantas psicotrópics y las prescripciones dietéticas antes mencionadas. La iniciación ocurre usualmente a través del dominio del uso del tabaco y del ayahuasca. La disposición personal del individuo, y su habilidad para soportar el duro entrenamiento y los peligros inherentes a la iniciación chamánica, determinarán el grado de su desarrollo. El puede continuar añadiendo aditivos a la mezcla básica del ayahuasca o consumir otras plantas-maestro para aumentar su conocimiento y habilidades. Cada planta tomada significa entrar en una nueva dimensión, donde el iniciado encuentra seres que le dan nuevos poderes para manipular su entorno, frecuentemente a través de melodías mágicas o ícaros y encantamientos. Cada planta tiene un grupo de espíritus zoomórficos y antropomórficos el cual está asociada. Al establecer contacto con estos seres, el chamán adquiere más conocimiento y poder.
El uso de estas plantas no está exento de peligros. Los vegetalistas son perfectamente conscientes del hecho de que a veces están tratando con compuestos muy poderosos y hasta altamente tóxicos. La dosificación es entonces de crucial importancia. Otro factor importante es la observación estricta de la dieta, que parece tener por lo menos dos funciones: a) "limpiar" el organismo, para que el iniciado sea capaz de experimentar plenamente el efecto de las plantas, y b) proteger al iniciado contra los efectos adversos de ciertos alimentos cuando consume algunas de estas plantas. Los vegetalistas con frecuencias sostienen que algunas de estas plantas son muy "celosas" (Dobkin de Ríos, 1.973). La continencia sexual y la dieta no deben interrumpirse, ya que la persona puede ser "castigada" por los espíritus de las plantas, con enfermedades e incluso la muerte. este es el caso de plantas tales como Couroupita quianenses Aubl. (ayahuman), Brunfelsia grandiflora D. Don spp. Schultesii Plowman (chiric sanango), Hura crepitans L. (catahua) Capirona decorticans Spruce (capirona negra), Chorisia speciosa (lupuna), Tabebuia spp. (tahuari), y otras, aunque las ideas simbólicas también son importantes. Chevalier (1.982), por ejemplo, sostiene que la razón para observar una dieta estricta es la transformación ritual del paciente en espíritu - plata. Más probablemente, sin embargo, hay razones de naturaleza biológica para la mayoría de estas prescripciones. La posibilidad de que a través de la dieta el iniciado sea capaz de mantener el efecto de las plantas psicotrópicas por un mayor periodo de tiempo, no debe excluirse a priori.
Al ingerir estas plantas y cumplir con la dieta prescrita, el iniciado está supuestamente en un estado apropiado de conciencia para aprender el bagaje de conocimientos necesarios para ejercer sus futuras prácticas chamanísticas. Estas plantas "abren la mente" del iniciado, de tal manera que puede explorar con efectividad la flora, la fauna y el entorno geográfico que lo rodea, y que es capaz de recordar todo eso en el futuro. Gran parte de este proceso de aprendizaje tiene lugar en los sueños, respecto de los que se dice que son especialmente vívidos durante el periodo de iniciación. Al mismo tiempo, estas plantas fortalecen el cuerpo del iniciado, al darle algunas de las cualidades físicas que tienen las plantas; por ejemplo, al darle algunas de las cualidades físicas que tienen las plantas; por ejemplo, la habilidad para soportar fuertes lluvias, vientos e inundaciones. Las plantas-maestro tienen este aspecto dual: proporcionan tanto "fuerza" como "sabiduría". Cuando se refieren a la razón para consumir plantas - maestro o doctores, los vegetalistas señalan que lo hacen para "curarse". Esto no sólo implica que ellos las usan para curarse de cualquier enfermedad o para recobrar las energías de su juventud, sino también para "aclarar" sus mentes. Asimismo, algunas de estas plantas, por ejemplo, la Courouptia quianenses (ayahúman), se las dan a los perros con el mismo objetivo: para hacerlos más fuertes y para aumentar sus habilidades en la caza. La idea de que ciertas plantas son maestros se encuentra hasta en cultos modernos urbano-rurales altamente sincréticos. En Brasil, en el estado de Arce, hay grupos que usan la bebida preparada de Banisteriopsis caapi y Psichotria viridis, denominada Santo Daime (Monteiro, 1.983), porque se cree que estar plantas curan tanto el cuerpo como el alma, y porque enseñan la doctrina de Jesucristo.
Como añadir aditivos al brebaje del ayahuasca es una manera de estudiar sus propiedades, algunos ayahuasqueros están en constante proceso de expandir su farmacopea. Hallazgos similares fueron realizados por Bristol (1.966), entre los indios Sibundoy del suroeste de Colombia, y por Chaumeil (1.983), entre los indio Yagua. Estos últimos usan plantas psicotrópicas con objetivos específicos: hay plantas que hacen "ver", que (Chaumeil, 1.983). Nuestros informantes creen que los espíritus de estos aditivos se presentan durante las alucinaciones producidas por la bebida o en los sueños que siguen a la intoxicación, y que revelan al iniciado sus propiedades farmacológicas. Ellos reconocen el efecto sinergético que algunas veces ocurre cuando varias plantas se ingieren al mismo tiempo. Este concepto se transmite a través de la idea de que estas plantas "se conocen entre si" o "van bien juntas", mientras que otras plantas "no se llevan bien".
Cada una de las plantas de mezcla se asocia a una melodía mágica o ícaro, que se revela individualmente al iniciado cuando toma la bebida del ayahuasca con esa mezcla en particular. El número y la calidad de los cantos mágicos aumentan cuando la dieta es prolongada y se añaden nuevas mezclas, una a la vez, a la bebida del ayahuasca. El espíritu o madre de estas plantas puede invocarse cantando o silbando el ícaro apropiado. El nuevo conocimiento es expresado, primero que nada, a través de melodías mágicas (Luna, 1.985). Una idea similar ha sido encontrada entre los Sharanahua (Siskind, 1.973).
Apéndice 1. Constituyentes biológicamente activos en las plantas de mezcla con ayahuasca.

2 comentarios:

Etznab dijo...

Muy completo el texto.Estoy hacienod un trabajo sobre el uso ritual del yagé por lo tanto me gustaría conocer la bibliografía. gracias

raul cardillo dijo...

El principal uso ritual del YAGE es la Iglesia del Santo DAIME que posee varias paginas oficiales por paises como Brasil o Colombia.
En www.santodaime.org hay articulos y bibliografia no soo desde el punto de vista etnobotanico sino desde el interes que ha producido en la ciencia,el Dmt comenzado a llamar la particula espiritual por la conexion que tendria la vision alucinatoria con estados alterados de conciencia,experiencias fuera del cuerpo y misticas.
Hay una interesante pelicula Enter the void,donde el efecto del Dmt es descripto como el estado post mortem descripto en el libro tibetano de los muertos.

 
I-Ching | Tarot
Carta Astral | Tarot
Tarot Los Arcanos
Tarot